¿Diástasis de Rectos? Qué es, cómo saber si la tienes y las 3 soluciones reales
¿Sientes que tu abdomen no ha vuelto a ser el mismo después de tu embarazo?
¿Notas la «tripa» floja, abultada o descolgada hagas lo que hagas?
No estás sola. Podrías tener diástasis de rectos. Y sí, antes de que te agobies: tiene solución.
Este es, sin duda, uno de los motivos más frecuentes en nuestra consulta. Es ese «problemilla» del que antes casi nadie hablaba, pero que vemos (y tratamos) a diario. Puede aparecer tras los embarazos, por supuesto, pero también después de grandes pérdidas de peso o incluso por practicar ciertos deportes de impacto.
Lo que antes se ignoraba como un simple «abdomen abultado», hoy sabemos que es mucho más que eso. Puede ser la causa real de esos dolores de espalda que no se van, de problemas digestivos, de hernias o incluso de esas molestas pérdidas de orina.
Pero (y esto es lo importante), ¡respira! Hay solución. Y no solo una. Existe una cirugía mínimamente invasiva que, literalmente, está cambiando la vida de nuestras pacientes.
Quédate y te lo contamos TODO.
¿Qué es Exactamente la Diástasis de Rectos?
Vamos al grano.
La diástasis (o diástasis de los rectos) ocurre cuando los músculos rectos del abdomen (la famosa «tableta de chocolate») se separan por la mitad.
Imagina que son una cremallera que se abre por el centro. ¿Por qué se abre? Casi siempre por un aumento brutal de la presión dentro del abdomen (hola, embarazo).
Lo normal es que, tras el parto, esos músculos vuelvan a su sitio. Pero, a veces, no lo hacen. Se quedan «abiertos», dejando esa línea media (la línea alba) debilitada, frágil, como un «papel de fumar».
¿La consecuencia?
Esa debilidad es la que puede provocar hernias, dolor lumbar crónico o esa sensación de tener la tripa siempre hinchada, aunque hayas recuperado tu peso.
¿Sospechas Diástasis? Haz el Test.
¿Cómo Saber Si Tengo Diástasis? (El Test Rápido en Casa)
Puedes hacerte una idea inicial tú misma en casa. Es muy sencillo:
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Túmbate boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo.
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Levanta ligeramente la cabeza y los hombros, como si fueras a hacer un abdominal (solo un poco, para activar los músculos).
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Coloca las yemas de tus dedos en vertical justo sobre tu ombligo y presiona suavemente.
¿Qué notas? ¿Puedes hundir los dedos? ¿Te caben dos, tres o más dedos de ancho en esa separación?
Si es así, es muy probable que tengas diástasis.
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Lo normal: En el ombligo, la separación debería ser menor de 2,5 cm. Por encima o debajo, menor de 1 cm.
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Si superas estas medidas y además tienes síntomas, ya hablamos de una diástasis que merece atención.
¿Es Grave Tener Diástasis?
¿Deberías asustarte? No, no necesariamente. Hay muchas personas que viven con diástasis sin tener ningún síntoma y no necesitan ningún tratamiento.
Pero… si empiezas a notar:
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Hernias (umbilicales o en la línea media).
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Dolor lumbar constante que no sabes de dónde viene.
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Sensación de inestabilidad, como si tu «centro» no te sujetara.
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Molestias digestivas, gases o tripa hinchada.
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Incontinencia al toser, estornudar o saltar.
Entonces, la respuesta es sí: merece (y mucho) la pena tratarla.
Las 3 Soluciones Reales Para la Diástasis
Aquí viene lo bueno: las soluciones. Es fundamental entender que no hay una «talla única». Cada cuerpo es un mundo y necesita una valoración para decidir la mejor opción para ti.
Vamos a ver los 3 caminos principales.
1. Fisioterapia Abdominal (Reeducación del Core)
¿Para quién es? Es el primer paso ideal para mujeres justo después del parto (normalmente a partir de la semana 6-8) o para diástasis leves que no dan muchos síntomas.
Beneficios:
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Refuerza tu suelo pélvico y toda tu «faja» abdominal interna.
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Mejora muchísimo la postura (¡clave!).
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Puede reducir o eliminar los síntomas leves.
Inconvenientes:
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No es magia. Requiere muchísima constancia y los resultados son lentos.
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Si dejas de hacer los ejercicios… los síntomas suelen volver.
Esta técnica, de verdad, está cambiando las reglas del juego.
¿Para quién es?
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Pacientes que ya tienen hernias asociadas a la diástasis.
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Diástasis que no mejoran con la fisioterapia (¡por mucho que te esfuerces!).
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Mujeres con molestias funcionales claras: dolor, debilidad, presión…
¿Cómo es el proceso?
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Hacemos 3 incisiones minúsculas (a veces incluso podemos reaprovechar la cicatriz de una cesárea anterior).
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Introducimos una cámara (endoscopio) bajo la piel e insuflamos CO₂ para crear un espacio de trabajo cómodo y seguro.
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Desde dentro, «cosemos» los músculos, cerrando esa separación con dos líneas de sutura interna. Es, literalmente, volver a cerrar la cremallera.
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Al terminar, te colocamos una faja compresiva para que todo cicatrice perfectamente en su sitio.
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Duración: Unas 2 horas.
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Alta: En el mismo día o, como mucho, al día siguiente.
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Dolor: Es leve y lo controlamos perfectamente con analgésicos.
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Post-operatorio: Tendrás que llevar una faja compresiva durante 1 mes.
Resultados: Sinceramente, son impresionantes. Y no solo por la estética. Lo que más nos cuentan las pacientes es que vuelven a sentir fuerza en el abdomen y recuperan una estabilidad que creían perdida.
¿Tu Abdomen no es el Mismo? ¡Tiene Solución!
Esta es la opción «completa», que combina reparación y estética.
¿Para quién es?
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Pacientes que, además de la diástasis, tienen un exceso de piel (piel sobrante) que no se va a recolocar sola.
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Casos en los que reparar solo el músculo por dentro no daría un buen resultado estético porque la piel «cuelga».
¿Qué hacemos aquí?
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En la misma operación, reparamos la diástasis (cerramos los músculos) y, además, retiramos ese exceso de piel.
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La incisión es más grande (tipo cesárea, pero más larga), pero nos permite tensar toda la pared abdominal y eliminar la piel sobrante.
Es una cirugía más invasiva que la endoscópica, pero es la solución ideal cuando la piel es el segundo problema a resolver.
¿Y Después de la Cirugía? (Si eliges la endoscópia)
Si te operas con la técnica endoscópica, esto es lo que puedes esperar:
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Saldrás de quirófano con tu faja compresiva puesta (¡será tu mejor amiga durante unas semanas!).
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Los primeros días puedes notar molestias, pero son totalmente controlables con la medicación.
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Llevarás un pequeño drenaje que te quitaremos en muy poco tiempo.
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La faja es CLAVE: ayuda a que no se acumule líquido y a que todo cicatrice perfecto por dentro.
En unas 4-6 semanas, estarás recuperada y volviendo a tu vida normal… pero sintiéndote mucho más fuerte.
Reserva tu cita hoy mismo y da el primer paso hacia la figura que deseas
No esperes más para recuperar la confianza en tu cuerpo.
Conclusión: ¿Merece la Pena Tratar la Diástasis?
Nuestra respuesta es un SÍ rotundo, siempre que esté afectando a tu calidad de vida.
Si tienes dolor, si te sientes débil, si han aparecido hernias o si, simplemente, quieres volver a sentir que tu cuerpo «funciona» y te responde… la respuesta es sí.
Al final, se trata de recuperar tu fuerza, tu estabilidad y tu confianza. Volver a sentirte fuerte por dentro… y que se note por fuera.
Testimonios y Resultados
El equipo de La Dra. Carolina Lara, en Marbella y Málaga, nos enorgullece contar con la confianza de nuestros pacientes.
Sus experiencias y resultados hablan por sí mismos, reflejando el compromiso y la excelencia en cada procedimiento abdominoplastia y remodelación estética.

Muy recomendable
Me operé hace dos meses y ha estado pendiente de mi para todo lo que he necesitado en cada momento, incluso sigue haciéndolo hoy en día. Sin duda alguna, la volvería a elegir.
Comencé hace un año con un dolor abdominal difuso por la noches y tras consultar varios especialistas con resultados normales, me diagnosticaron diástasis abdominal de 5,5 cm. La Dra. Lara en consulta me explicó todo muy claro y no tuve dudas en decidir mi intervención. Tras la fisioterapia preoperatoria se redujo a 4 cm en 10 sesiones!! Llevo un mes intervenida de la diástasis y hernia umbilical y ya estoy de alta. El postoperatorio, exceptuando el primer día, nada doloroso y el drenaje que tuve 1 semana tampoco. Desde la primera semana ya llevas una vida normal con la faja y, sin duda alguna, volvería a operarme con ella. Ahora estoy en la fisio postoperatoria y estoy encantada con los resultados, sobre todo funcionalmente porque mi dolor ha desaparecido al igual que todos los síntomas digestivos.
Por último, mencionar a Lourdes y Paula (Más que fisio) por el fantástico trabajo que hacen, ya que es fundamental para este tipo de intervenciones un trabajo en equipo entre cirujanos y fisioterapeutas.
¡El resultado es inmejorable!
En mi caso tuve una intervención donde se cuidó todos los detalles. El postoperatorio fue prácticamente sin grandes dolores, más bien era algunas molestias y la recuperación muy rápida.