La diástasis de rectos es la separación excesiva de los músculos rectos abdominales, causada por el debilitamiento de la línea alba, la estructura que conecta estos músculos en la línea media del abdomen. Esta condición genera una zona de debilidad, que puede manifestarse como un abultamiento o protrusión del contenido intraabdominal.
Es común que esta separación se asocie con hernias, especialmente en la línea alba, y puede provocar molestias como dolor de espalda, problemas digestivos o disfunción del suelo pélvico si no se trata adecuadamente.
Para más información sobre tratamientos avanzados de diástasis abdominal, consulta con la Dra. Carolina Lara, especialista en cirugía general y digestiva en Marbella y Málaga.
La principal causa de diástasis de rectos es el embarazo y generalmente se manifiesta como un abombamiento en la línea media del abdomen. Puede estar asociado a la aparición de otras patologías, como pueden ser: dolor de espalda crónico, hernias umbilicales u otras hernias de la línea media, incontinencia urinaria o trastornos digestivos como el estreñimiento crónico
Se reduce la distensión-abombamiento abodmintal.
Postoperatorio no doloroso.
Estancia hospitalaria aproximadamente de 24 horas
Rutina normal en aproximadamente 2 semanas
Mejoría sintomatología asociada a dolor de espalda, incontinencia urinaria y/o suelo pélvico.
La diástasis abdominal no solo afecta la estética del abdomen, sino también la postura, la función muscular y la calidad de vida. Estos son los síntomas más frecuentes:
Se nota especialmente al hacer esfuerzo (toser, reír, levantarse desde tumbado). Puede aparecer como una “cresta” o “cono” en la línea media del abdomen, sobre todo al contraer los músculos.
Dificultad para activar el abdomen o mantener el control del core. Es común sentir que “el abdomen no responde” en ejercicios, al cargar peso o en tareas diarias.
Puede haber sensación de tirantez, incomodidad o presión en la zona central. En muchos casos, también se presenta dolor lumbar o pélvico debido a compensaciones posturales.
La debilidad del core y el desequilibrio muscular generan una mala alineación corporal, con hiperlordosis (curvatura lumbar excesiva) y proyección hacia adelante del abdomen.
Hinchazón, gases frecuentes, digestión lenta o sensación de pesadez abdominal pueden ser señales de disfunción relacionada con diástasis.
La debilidad de la musculatura abdominal suele ir asociada a disfunciones del suelo pélvico, como escapes de orina, pesadez pélvica o sensación de “peso” en la zona baja.
La autoevaluación es posible, pero lo más recomendable es realizar una valoración médica y fisioterapéutica completa, incluyendo una ecografía funcional del abdomen.
Las soluciones que ofrece la Dra. Carolina Lara para tratar la diástasis abdominal se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente, combinando funcionalidad y estética.
Entre las opciones más avanzadas se encuentra la Técnica REPA, una cirugía mínimamente invasiva ideal para pacientes sin exceso de piel, que permite corregir la separación de los músculos abdominales con cicatrices mínimas y una recuperación rápida.
Para quienes presentan una diástasis más severa acompañada de flacidez o exceso de piel, la abdominoplastia representa la solución más completa, ya que no solo repara los músculos, sino que también remodela el abdomen eliminando el tejido sobrante.
En casos más leves, la mini abdominoplastia es una excelente alternativa, permitiendo mejorar el contorno abdominal con una intervención menos extensa. Estas técnicas forman parte del enfoque integral de la Dra. Carolina Lara, siempre orientado a lograr resultados naturales, seguros y duraderos.
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Cuando el paciente tiene una diástasis sin hernias asociadas. Si la diástasis es postparto, conviene esperar unas 6 semanas para empezar con la fisioterapia. El tratamiento suele durar entre 6 y 12 meses para notar sus beneficios.
El principal problema que refieren los pacientes es que cuando dejan la fisioterapia y los ejercicios hipopresivos, la diástasis tiende a empeorar.
Cuando el paciente tiene síntomas y existe una hernia asociada a la diástasis o la fisioterapia es insuficiente. Debe haber pasado al menos un año desde el parto. La cirugía estaría contraindicada si la paciente desea volver a quedarse embarazada.
Cuando existe piel flácida redundante asociada a la diástasis. La reparación de la diástasis se puede realizar durante la abdominoplastia a través de la misma incisión.